Cada tres segundos, una niña en el mundo es obligada a casarse. Así lo revela el último informe global de Plan International, El Estado Mundial de las Niñas 2025: “Déjame ser una niña, no una esposa”, basado en datos de UNICEF, que advierte que más de 12 millones de niñas son forzadas a un matrimonio o unión cada año.

A nivel global, 650 millones de mujeres fueron casadas siendo niñas, y casi medio millón tenía menos de 15 años. Aunque las tasas han disminuido levemente en la última década, la práctica persiste en regiones donde la pobreza, la desigualdad y la violencia siguen empujando a las niñas a uniones que marcan su futuro de manera irreversible.

En Paraguay, la situación no es diferente. La legislación aún permite el matrimonio desde los 16 años con autorización de padres o jueces, lo que contradice los compromisos internacionales asumidos por el país. Ante esta realidad, Plan International Paraguay lanzó la campaña “Niñas libres de matrimonio infantil y uniones forzadas”, con el objetivo de visibilizar las consecuencias de esta práctica y promover cambios legales y sociales que protejan los derechos de las niñas y adolescentes.

Según la Encuesta MICS 2016, el 16,1% de las mujeres paraguayas de entre 15 y 19 años reportó estar casada o en una unión temprana. Además, casi 4 de cada 10 mujeres de entre 20 y 24 años provenientes de hogares pobres se casaron o unieron antes de los 18 años, situando al país entre los de mayor prevalencia de uniones tempranas asociadas a la pobreza, según la CEPAL (2023).

“La pobreza y extrema pobreza, la presión familiar, el embarazo adolescente y la falta de oportunidades en zonas rurales son los principales factores que perpetúan esta práctica. El matrimonio infantil no es una solución a la pobreza; al contrario, profundiza las desigualdades y expone a las niñas a múltiples formas de violencia”, señaló Noelia Errecarte, representante país de Plan International Paraguay.

El Artículo 20 del Código Civil paraguayo (Ley Nº 1/92) aún permite el matrimonio desde los 16 años con consentimiento de padres o tutores, lo que contradice la Convención sobre los Derechos del Niño, que obliga a los Estados a proteger a la niñez de toda forma de abuso o práctica que vulnere sus derechos. Organismos internacionales consideran el matrimonio infantil una forma de violencia que limita el desarrollo pleno y perpetúa condiciones de pobreza y desigualdad.

Errecarte enfatizó la necesidad de eliminar las excepciones legales que permiten estas uniones:

“No se trata solo de cambiar un artículo de ley, sino de garantizar que las niñas y adolescentes vivan libres de violencia, accedan a la educación y puedan decidir sobre su propio futuro”.

Con la nueva campaña, Plan International busca abrir el diálogo sobre esta problemática y fomentar un cambio estructural.

“Cada niña que logra permanecer en la escuela y crecer libre de matrimonio representa una oportunidad para el desarrollo del país. No podemos seguir perdiendo futuros en nombre de tradiciones que vulneran derechos”, finalizó Errecarte.

Sobre Plan International

Plan International es una organización humanitaria y de desarrollo presente en más de 80 países, dedicada a promover los derechos de la niñez y la igualdad de las niñas. En Paraguay, trabaja desde 1994 beneficiando a más de 18.000 familias en los departamentos de Paraguarí, Guairá, Caaguazú, San Pedro y Central, impulsando proyectos que buscan que las niñas crezcan libres de violencia, con igualdad de oportunidades y capaces de liderar su propio destino.

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